Apelación
Procedimiento judicial mediante el
cual se solicita a un juez o tribunal superior que anule o enmiende
la sentencia dictada por otro de inferior rango por considerarla
injusta.
Recurso de apelación
El recurso de apelación es un medio
de impugnación a través del cual se busca que un tribunal superior
enmiende conforme a Derecho la resolución del inferior. Dentro del
orden jurisdiccional existen diferentes instancias ordenadas de forma
jerárquica. Esto significa que la decisión de un órgano
jurisdiccional puede ser revisada por uno superior. Cuando un juez o
tribunal emite una resolución judicial, es posible que alguna de las
partes implicadas no esté de acuerdo con la decisión. En este caso,
habitualmente, la parte puede hacer uso de la apelación, a través
de la cual se recurre a un órgano jurisdiccional superior para que
revise el auto judicial o la sentencia y, si estima que tiene
defectos, la corrija en consecuencia.
El equivalente en el orden
administrativo suele denominarse recurso de alzada, que es la forma
en que se solicita al funcionario superior que revise la decisión de
un subordinado y que se contrapone al recurso de reposición o
reconsideración, que se dirige al mismo funcionario que dictó la
resolución. Cuando una sentencia jurisdiccional no admite ningún
recurso, o ha terminado el plazo para presentarlos, se denomina
sentencia firme.
Características
La apelación es un recurso
ordinario, es decir, la ley lo admite por regla general contra toda
clase de resoluciones. Además, es un recurso constitutivo de
instancia, lo que significa que el tribunal superior puede
pronunciarse sobre todas las cuestiones de hecho y derecho que han
sido discutidas en el proceso. En otras palabras, no está limitado
sólo a revisar la aplicación correcta de la ley, como sucede en los
recursos de casación. Aunque normalmente varía en función de la
legislación y de la materia, lo normal es que el ámbito del
tribunal en la apelación se limite a lo solicitado por las partes
(el petitum). Es posible que una sentencia no sea completamente
favorable a ninguna de las partes, y si sólo una de las partes apela
una decisión, el tribunal que revisa el caso no puede perjudicar la
situación del apelante y dictar una nueva sentencia que le sea más
perjudicial (reformatio in peius). En este caso, lo normal es que
ambas partes presenten apelaciones, de forma que el órgano judicial
tenga un ámbito de actuación mayor.
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